Se limpia bien el conejo, se rellena con
tomillo y romero y se mete al frigorífico du
rante toda la noche. Esta receta es apropiada para realizarse en el campo. Se retiran todas las hierbas aromáticas del interior
del conejo y se adereza con aceite y sal; se
envuelve en papel de aluminio. Se hace un
hoyo en la tierra y en él se mete el conejo.
Se cubre con tierra y encima se enciende
un fuego. Con este calor, el conejo se va
haciendo poquito a poco, en su propia
grasa. A los cuarenta minutos se saca del
agujero, se le quita el papel de aluminio y
ya está listo.
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